Durante este recorrido, que se aleja de las visitas turísticas tradicionales, pedalearás en busca de lo que hace que Budapest sea una ciudad única y animada.
Pasa por el Parlamento, entra en la exuberante y verde isla Margarita y contempla algunas joyas escondidas, como el teatro al aire libre, el jardín japonés, la fuente musical y la hermosa Torre del Agua, de estilo «art-nouveau». Desde aquí, irás en bicicleta a la parte norte de Buda, Óbuda, para visitar el Museo Víctor Vasarely, que rinde homenaje a la obra del famoso artista húngaro-francés, conocido como el «abuelo» del movimiento «op art». Después de un breve descanso para tomar un refresco en un pub local, echarás un vistazo al trabajo de los artistas grafiteros, tanto de los más aficionados como de los profesionales, en el muro de grafitis legal más largo de Budapest.
Luego, seguirás pedaleando hasta las orillas del río Danubio, donde podrás relajarte en una de las muchas cafeterías al aire libre y ver el río rebosante. También podrás aprovechar esta gran oportunidad para probar la excelente comida callejera tradicional húngara: los «lángos». Con la tripa llena, volverás al centro de la ciudad.