Construido para toda una dinastía, adquirido por los Médicis, ocupado por Napoleón y sede del primer rey de una Italia ya unida, el imponente Palacio Pitti ha visto cómo la fortuna de Florencia crecía y disminuía a lo largo de los siglos.
La visita comienza en la Galería Palatina, que incluye obras de algunos de los pintores más famosos del Renacimiento y el Barroco, como Rafael, Tiziano, Caravaggio, Rubens, Artemisia Gentileschi y Pietro da Cortona. Después, podrás admirar la residencia de los Médici y descubrir cómo vivían durante el apogeo de su reinado.
Detrás del palacio, los Jardines de Bóboli se extienden como un fresco refugio de esculturas, agua y grutas escondidas. Con un diseño monumental y lleno de obras de arte clásicas, hoy en día están considerados uno de los museos al aire libre más espectaculares de Florencia y sirvieron de inspiración para los jardines del Palacio de Versalles.
El recorrido termina en la colina hacia el Fuerte de Belvedere y continúa hasta los jardines de Bardini. En su cafetería podrás disfrutar de un relajante café y de unas vistas maravillosas de Florencia.