Refrescarse del sol de verano es una excelente manera de disfrutar de la isla de Mallorca, y no hay mejor manera de hacerlo que durante esta aventura en una cueva marina. Una caminata de 40 minutos a lo largo de la costa te llevará a la pequeña bahía, donde te cambiarán y te pondrán trajes de neopreno y equipo de seguridad.
Después de un corto baño de unos 300 metros, llegarás a la entrada de la Cueva. Si bien no es necesario bucear, sí es necesario sumergirse rápidamente bajo el agua para aventurarse en esta cueva mágica. Te guiarán a través de esta estructura laberíntica donde las habitaciones son tan grandes como catedrales y lagos subterráneos que muestran cientos de miles de años de evolución. Iluminado con los faros, es un poco romántico y definitivamente tiene un verdadero factor sorpresa.
No es necesario haber practicado espeleología o espeleología antes, ya que estos sistemas de cuevas verticales son una perfecta introducción al mundo subterráneo de la espeleología. No es necesario sumergirse en el agua, lo que la convierte en la aventura perfecta para principiantes, familias y parejas que buscan un toque de romance.