Moscú no se duerme ni un segundo, ni siquiera al anochecer. Esta es una metrópolis asombrosa y colorida. Con la oscuridad, las luces de la ciudad solo se vuelven más brillantes: las bombillas de los escaparates y las ventanas de las casas se encienden. Las calles de la ciudad están llenas de faros. Moscú le mostrará vistas maravillosas, transformadas por rayos de colores, abriéndose de una manera nueva en la iluminación nocturna. Estás invitado a un paseo nocturno y captura en tu memoria la noche en Moscú, tan inspiradora y misteriosa, colorida y brillante, llena de romance y magia.
Vea la Catedral de Cristo Salvador, la iglesia ortodoxa más grande del país, el Convento Novodevichy, famoso por su historia centenaria e incluido en la lista del patrimonio de la UNESCO, la Plaza Roja, camine por las murallas del Kremlin y disfrute de los famosos puntos de vista.