Saldrá temprano en la mañana desde Reykjavík y obtendrá la vista nítida de la mañana del glaciar Langjökull, que es el destino. Langjökull tiene 953 kilómetros cuadrados, lo que lo convierte en el segundo glaciar más grande del país.
Pronto descubrirá que en Islandia todo es posible: antes de que se dé cuenta, se encontrará de pie sobre una gran capa de hielo, listo para descender al glaciar y explorar su mundo subterráneo helado. Para llegar a la cueva de hielo, cabalgará en un camión especialmente modificado. El túnel de hielo y la cueva están hechos por el hombre y se encuentran en lo alto de un área remota del glaciar en el corazón de Islandia.
Luego, su guía lo llevará en un viaje increíble, en lo profundo del glaciar, donde podrá ver el impresionante hielo de tonos azules. El glaciar está en constante movimiento y aquí literalmente puedes ver ese movimiento de primera mano. Hasta hace muy poco, lo que yacía bajo la superficie de Langjökull era un misterio. A veces, con visión y determinación, las ideas audaces pueden convertirse en realidad. La realización de esta noción aparentemente loca de perforar un túnel de hielo profundamente en el glaciar solo fue posible gracias a los esfuerzos combinados de los mejores ingenieros y geofísicos del país.
La temperatura dentro del glaciar ronda las temperaturas bajo cero, 0° Celsius o 32° Fahrenheit. De vuelta en la superficie del glaciar, subirá a bordo para disfrutar del cálido calor del camión. El recorrido se detendrá para almorzar en el impresionante Hotel Húsafell y podrá elegir entre ver las famosas cascadas de Hraunfossar o relajarse en la piscina termal en el pequeño pueblo de Húsafell (entrada incluida).
Este es realmente un día para recordar.