Experiencias excepcionales
- Diseñadas por nosotros, un grupo líder y de confianza en el sector de viajes
- Con guías expertos y amables
- Muy bien valoradas por los clientes
Esta experiencia cumple con los criterios del Consejo Mundial de Turismo Sostenible. Al elegir esta experiencia, proteges los lugares que te gustan, cuidas el medioambiente y colaboras con las comunidades locales
Hemos diseñado nuestras experiencias con esmero para ayudarte a sacarle el máximo partido a cada viaje.
Si lo que te gusta es la acción y la aventura, en el parque de la selva de Aventuras Mayas te espera un día lleno de diversión y emociones. Ponte a los mandos de tu vehículo todo terreno para navegar por la selva en él y siente la emoción de volar por las copas de los árboles en tirolina. Y cuando llegue el momento de descansar, hay un bufé mexicano con una selección de platos tradicionales. Juanito, uno de nuestros guías locales, comenta: "En algunas de las líneas, te deslizas justo por encima del dosel de la selva. En otras, puedes ir boca abajo, mientras que en otra tienes la opción de 'Superman'. Incluso hay una 'hamaca voladora' para que pruebes. Es realmente emocionante".
Llega al parque y, después de una breve charla de seguridad por parte de los instructores, subiremos el nivel de emoción. El orden de las actividades se decidirá el mismo día para asegurarnos de que la multitud se disperse y puedas disfrutar al máximo de tus experiencias. Volarás por las copas de los árboles en un circuito de tirolina de siete líneas, donde podrás disfrutar de vistas panorámicas del parque desde arriba, y podrás elegir entre cuatro modos de vuelo diferentes.
Luego, regresa a la cima para tomar un descanso con un almuerzo tipo bufé con los platos favoritos de la zona (la cochinita pibil, el cerdo desmenuzado característico de Yucatán, suele estar en el menú), regado con agua y café. Después de cargar combustible para la diversión que está por venir, es hora de atravesar el barro y atravesar la jungla conduciendo tu propio y potente vehículo todoterreno. Son risas sin parar de principio a fin a lo largo de la trepidante ruta de 11 km.