Embárquese en un recorrido a pie por las callejuelas y plazas del centro de la ciudad. Mientras recorre estos caminos, conocerá la historia de la ciudad y probará algunas de las especialidades sicilianas y la comida callejera.
Catania ofrece algo especial en cada esquina, revelando su espíritu. Con el paso del tiempo, esta experiencia se ha convertido en una visita obligada para los amantes de la gastronomía, debido a la calidad de los ingredientes locales y a una tradición culinaria que abarca siglos.
El viaje comienza en el Monasterio, y continúa en el Castillo Ursino para disfrutar de un aperitivo al atardecer con carne de caballo y vino. A continuación, adéntrese en el mercado del pescado para degustar quesos y embutidos sicilianos antes de llegar a la Piazza Duomo -obra maestra del barroco siciliano y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO- para probar el arancino.
El recorrido continúa por el centro, pasando por el Teatro Massimo Bellini, corazón de la escena operística de Catania.
Por último, deguste una selección de pasteles como el cannolo, la cassatella, las galletas de almendra en invierno, o el granizado siciliano en verano.