Caminando por el centro de Noto uno tiene la percepción de que los palacios y monumentos son historia viva, obras del hombre y testimonios significativos de una historia que hoy habla de vitalidad y entusiasmo. Después del poder destructivo del terremoto, Noto cayó y fue reconstruida, porque siempre tenemos la oportunidad de empezar de nuevo.
Porta Reale, la entrada principal de la ciudad, le da la bienvenida al magnífico Noto. Se camina por Corso Vittorio Emanuele, único acceso para pasear entre grandes edificios y estupendas fachadas, como la Iglesia de Santa Chiara y el Palacio Ducezio, actual sede del municipio.
La majestuosa Catedral de San Nicolás, precedida por una amplia escalera de tres tramos, domina con su grandeza todo el centro histórico. El color dorado, durante las horas del atardecer, acentúa el brillo de la piedra caliza que distingue el territorio de Noto. Para concluir la visita, se degustarán algunas de las mejores delicias de empresas locales inspiradas en la tradición gastronómica siciliana, mientras se admira Noto desde una maravillosa terraza panorámica.