Reúnete con tu conductor directamente en tu hotel y deja que te lleve al río Moldava, donde disfrutarás de un relajante crucero en un barco con aire acondicionado.
Mientras disfrutas de una taza de té o café y un pastel, te dejarás llevar por la vista panorámica del Castillo de Praga, la Catedral de San Vito, el Puente de Carlos, el Teatro Nacional y más.
Este crucero fluvial es perfecto para familias con niños pequeños o cualquiera que quiera ver la ciudad desde otra perspectiva en tan solo una hora.