Qué hacer en Viena

Otra parada imprescindible es el Palacio de Schönbrunn, la residencia de verano de los Habsburgo. También vale la pena ver el impresionante ayuntamiento (Rathaus) y la Ópera Estatal, uno de los teatros de ópera más importantes del mundo. La sobria elegancia de la Viena histórica contrasta con la colorida Casa Hundertwasser, un complejo residencial construido a mediados de los años 80 y proyectado por Friedensreich Hundertwasser. Viena es el lugar perfecto para los amantes del arte: aquí florecieron movimientos vanguardistas como el modernismo y la secesión vienesa. El artista más representativo de este período fue Gustav Klimt, cuyas obras se exponen en varios museos de la ciudad, incluyendo la Galería Belvedere.La ciudad está llena de parques y el Prater, con su noria gigante, es probablemente el más famoso. Viena, conocida también como la “capital de la música”, fue el lugar de nacimiento de compositores tan reconocidos como Strauss y Schubert y acogió a grandes artistas como Beethoven y Mozart.Finalmente, tras visitar la ciudad, nada mejor que recuperar fuerzas en una de sus muchas cafeterías, auténticas instituciones de la ciudad, con una buena taza de té acompañada de un trozo de tarta Sacher.