En el pasado, los carruajes tirados por caballos eran un símbolo de riqueza y un elemento fundamental de la representación cortesana. Después de la caída del imperio austro-húngaro, la familia de los Austrias dejó atrás 600 carruajes y 350 caballos. Una parte de ellos ha sobrevivido hasta hoy.
Retrocede en el tiempo con esta visita al Museo de Carruajes Imperiales, en el Palacio de Schönbrunn, en Viena, y admira muchos vehículos diferentes, además de las libreas de los conductores, así como las túnicas de los caballeros de los Austrias.