En Viena hay una amplia gama de sitios impresionantes repartidos por toda la ciudad. Por eso, la mejor forma de llegar a todos es ir en transporte privado. Tu guía privado ajustará el tiempo según lo que quieras ver y te guiará por los lugares más destacados y las principales atracciones turísticas mientras te habla de ellos.
En el casco antiguo, de este a oeste, conocerás los lugares más importantes y algún que otro tesoro oculto. Verás el Rathaus (ayuntamiento), un enorme edificio municipal, y el fabuloso teatro Burgtheater, sin olvidar la joya de la corona: la catedral de San Esteban, con su estilo excepcional de techo. Es uno de los símbolos nacionales y también una de las catedrales más altas de Europa. Además, podrás entrar en la iglesia de San Pedro, conocida por su bonito interior con fantásticos murales, pinturas y un techo abovedado con muchos detalles dorados. También verás el Palacio de Hofburg, la estatua de Mozart en la Heldenplatz, la Albertina y la Ópera Estatal de Viena. Un poco más lejos, se encuentra el peculiar Stadtpark con el monumento a Strauss y la Karlskirche, una preciosa iglesia que se refleja en el agua.
Gracias a tus entradas sin colas, podrás explorar el Palacio de Schönbrunn, la principal atracción de Viena. Esta magnífica residencia y su complejo de jardines están declarados Patrimonio de la Humanidad. Recorre las salas de estilo rococó del emperador Francisco José I de Austria y su esposa la emperatriz Sissi. Admira el lujo de su vida dentro del palacio y de sus hermosos jardines. Después, visitarás el majestuoso Palacio del Belvedere. Contempla los fantásticos edificios, fuentes, estatuas y maravíllate con el parque del palacio.